Reflexiones personales de una Psicóloga en tiempos de Coronavirus
Nos encontramos ante una crisis sanitaria, una crisis económica, una crisis política, una crisis personal,.... en definitiva una crisis global y mundial sin precedentes.
Todo ello está generando cambios importantes en nuestro estilo de vida y prima la necesidad de adaptarnos a vivir confinados en nuestras casas como consecuencia del estado de alarma decretado y principalmente como medida de prevención de nuevos contagios. Estamos viviendo, sin duda, una situación sin precedentes.
La realidad es que no nos está resultando sencillo. Poco a poco se va agudizando nuestra preocupación. Los días van pasando y no vislumbramos una salida a corto plazo. Incluso cuando a través de las noticias parece que todo ésto está llegando al final de túnel, volvemos a empezar.
Este artículo no trata de redundar una vez más en mensajes o en información que se nos está facilitando desde los distintos medios de comunicación y que está relacionada con el COVID-19. Ni siquiera con facilitaros pautas desde una perspectiva psicológica.
¿Por qué? Porque la mayoría de las personas ya somos lo suficientemente conscientes de la gravedad de la situación: la realidad es que se están muriendo miles de personas en todo el mundo como consecuencia de este virus y no, no podemos ni debemos mirar para otro lado.
Desde una perspectiva más humana y personal quizás sea el momento de realizar cada uno de nosotros una profunda reflexión acerca de lo que realmente importa y es vital en el "aquí y en el ahora".
Para ello os invito a realizar "un hueco en vuestra agenda" y que os toméis un momento a modo de punto de inflexión en vuestras vidas.
Quizás ahora sea la ocasión magnífica porque cuando nuestras vidas vuelvan a la "normalidad" volveremos a entrar en el círculo de la cotidianidad, las rutinas, el trabajo,.... Posiblemente nos pongamos miles de excusas y alegaremos que no tenemos tiempo.
Estoy comprobando en primera persona la diversidad y lo variopinto que puede llegar a ser el género humano. Si bien era conocedora de ello, es en tiempo de crisis cuando se hace más evidente y palpable. Quizás porque sea en estos instantes difíciles cuando aflora nuestro "verdadero yo" y qué maravilla poder identificar a aquellas personas que realmente "merecen la pena".
Cuando decidí estudiar Psicología, ya hace de ello unos cuantos años, lo hice porque realmente deseaba ayudar a los demás ¿cómo? Escuchándoles, comprendiéndolos, acompañándoles y, en definitiva tratando de ayudarles y de mitigar su sufrimiento. Es una tarea ardua pero apasionante. Comprobar que hemos contribuido a que la persona se sienta un poco menos infeliz genera sensaciones difíciles de describir con palabras.
El ser humano tiene la capacidad para mostrarse generoso e incluso altruista en sus actuaciones para con los demás pero también para comportarse de una manera egoísta e incluso inhumana.
Estamos presenciando cómo hay personas que realmente están poniendo en riesgo sus vidas para salvar a otras, que nos están haciendo la vida más cómoda y facilitando que los servicios mínimos de todo un país funcionen, arriesgando con ello también su vida y la de sus familias.
Sin embargo, otros se mantienen en su zona de confort e incluso se atreven a darnos lecciones teóricas, como si "nada importante estuviera sucediendo". No se dan cuenta de que ESPAÑA SE ESTÁ MURIENDO.
Si no nos informan adecuadamente, desde la transparencia y el rigor científico y no se toman las medidas necesarias, concretas y precisas la población seguirá muriendo y la economía se hundirá.
Me pregunto, ¿cuántas muertes podrían haberse evitado si se hubiesen tomado las medidas que desde la OMS nos advirtieron desde finales de enero? ¿No se les advirtió entonces a las autoridades competentes de la gravedad del coronavirus? ¿Por qué hemos perdido ese tiempo tan valioso que hubiese salvado vidas?
No es momento de:
- Colgarnos medallas.
- Mentir sobre los datos reales y sobre lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
- Interferir para que los medios de comunicación mantengan a la población en "el limbo" y no nos llegue la información tal cual es.
- Comportarnos de manera egoísta. Lo que está ocurriendo nos afecta a todos. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para contribuir a la sociedad que nos ha tratado tan bien en los últimos años y que en estos momentos nos necesita? No podemos mirar para otro lado.
- Ser hipócritas. ¿Por qué expresamos lo que supuestamente pensamos y después obramos de otra manera? ¿Quizás porque estas personas hablan desde su propia comodidad y son incapaces de ponerse en el lugar de aquellos que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad? Es sencillo "vender humo" desde una posición acomodada,...
Por qué al ser humano le cuesta tanto ser crítico con uno mismo y aceptar que ha podido equivocarse,..
Se madura y evoluciona cuando se hace autocrítica y se acepta la crítica constructiva. Jorge González Moore.
Gemma del Val Peralta
Psicología Sanitaria y Forense